"El manicomio en que vivimos" - VOCES

por Leonardo Flamia - Jueves 15 de agosto | 2013 - VOCES

Es difícil mientras uno ve Bingo no recordar en algún momento el film El gabiente del Doctor Caligari, no por afinidad estética, sino por ese marco de la película expresionista que convierte a la historia narrada en el film en el delirio de un “loco” recluido en un manicomio. Si en Caligari los habitantes del manicomio, el psiquiatra, los enfermeros y los otros internos, daban material para el delirio del protagonista, en Bingo pareciera que los “locos” que protagonizan la obra (que parecen teatreros si recordamos nombres como Alba y Bernarda) también parten de “compañeros” y “médicos” para generar el mundo delirante que vemos.

La estructura parece moldearse sobre otros espectáculos teatrales, la primer escena por ejemplo, con el diálogo entre una pareja con mayordomo (ama de llaves en este caso), nos recuerda a Ionesco, por nombrar un caso de este tipo de situaciones teatrales. También tiene algo de hilarante la absurda investigación de la segunda escena, en que se concluye que hubo un “homicidio” muy particular para obtener una herencia. Ya a partir de la tercera escena, y de la aparición de nuevos personajes, la obra empieza a entrar en el caos (un caos buscado) y empieza a ser difícil seguir las elucubraciones de los personajes. Es allí en que vemos el intento de imponer la realidad de unos personajes sobre otros, y la manipulación de los recuerdos para reelaborar el pasado.

Leyendo el blog de la obra nos encontramos con lo siguiente: “Baptista y Alba se encuentran inmersos en una realidad propia, que por momentos logra dar un sentido a sus vidas y a su relación con la sociedad. Nos colocamos como espectadores, observamos la realidad que un grupo de desequilibrados se inventa. Por un momento nos parecen simpáticos, nos reímos del absurdo, lo disfrutamos. Pero, ¿qué pasa cuando esa realidad se instala y no es una simple escena, sino que la pérdida de la consciencia y el desequilibrio es constante? ¿Simplemente observamos, o nos acercamos y sentimos la proximidad? ¿Nos emparentamos con estos sujetos, nos hacemos cargo, o tratamos de imponernos?”. Estas interrogantes nos recuerdan otro filme, en este caso Insania de Jan Svankmajer, en que el director afirma: “La película propone, en esencia, un debate ideológico sobre la gestión de un manicomio. En principio, hay dos maneras de hacerlo. Ambas son igualmente extremas. Una alienta la libertad absoluta; la otra, el método obsoleto y comprobado de vigilar y castigar. Pero hay un tercer método que combina y resume los peores aspectos de los dos primeros. Es el manicomio en el que todos vivimos hoy.”

En este debate ideologico parece plantarse esta obra de Mariana Maeso que además, de la mano del siempre preciso Luis Izzi. Tiene una gran actuación encarnando a la neurótica Alba. Todo el elenco está correcto, pero Maeso imprime una potencia a su personaje que termina robándose el espectáculo.

Bingo: Autora Mariana Maeso. Dirección: Luis Izzi. Elenco: Andrés Alba, Mariana Maeso, Cristina Velázquez, Raúl Fagúndez, Fabián Acosta y Sandra Riveiro.

Funciones: viernes de agosto, sábados de setiembre a las 21:00.
Teatro del Museo Torres García (Sarandí 683).


Bingo, teatro del absurdo - Diario La República

Publicado el 17/8/2013 - Diario La República

“Bingo”, de Mariana Maeso, es teatro del absurdo, y en los cómicos diálogos del comienzo, donde una pareja (Mariana Maeso, Andrés Alba), que están en una misma pieza, se comunican (y cada vez se incomunican más) a través de una doméstica (Cristina Velázquez), viene de Ionesco

 
Lo que sigue, con la aparición de un policía (en el estreno, el director Luis Izzi) en un monocorde estilo de disparate corrido, se asemeja a las invenciones de Rafael Spregelburd. La autora tiene chispa ocasional y logra un clima continuo de irrealidad; como actriz, con una presentación física deliberadamente irreal, exhibe un ritmo de dicción sorprendente y una voz no menos inclasificable que por momentos parece salir de una máquina. Todo ello, con ser mucho es superado por los extraños visajes y las no menos sorprendentes modulaciones de la voz de Andrés Alba. Solo la mímica de ambos, mímica precisa y segura, los emparenta con estilos de actuación reconocibles. Sin mengua de los méritos de Maeso, luego de la primera media hora las ideas y sus efectos comienzan a repetirse; si bien esto es explicable, porque la inventiva suele agotarse, el principal reparo a la obra es la falta de equilibro, de composición, de dialéctica. Como en obras anteriores de Maeso, como “Otro final para Federico”, no hay solución de continuidad en la idea rectora, no hay un descanso, una pausa, un repliegue de la acción que nos deje pensar. Es posible que ese efecto de saturación sea deliberado, pero tiene claramente, y “Bingo” lo demuestra, el peligro de que el espectador, que no se aburre se canse de tanto chisporroteo, se desinterese de lo que sucede en la escena. Como su obsesionante escenografía (Lucía Acuña y Leticia Figueroa), poblada de frascos de todos los tamaños como si aquello fuera el delirio de un boticario, como sus luces espectrales, “Bingo” parece abrirse y cerrarse sobre sí misma, desafiando toda explicación, como el matrimonio de la primera escena.

En la sala del Museo Torres García.

Entre el dolor y la pasión - Teatral.com.uy

Domingo, 18 de Agosto de 2013 22:38 | Escrito por Redacción de Teatral

Fotos: gentileza de la obra

Entre el dolor y la pasión

Los jueves de agosto y setiembre Espacio Teatro es el escenario en que se representa el espíritu luchador de Frida Kahlo, la mítica artista mexicana del siglo XX.


Frida Kahlo: Viva la Vida es una obra escrita por Humberto Robles que se estrenó por primera vez en México, en junio de 2001. En su temporada 2013 en nuestro país, tendrá funciones todos los jueves de agosto y setiembre a las 21:00 horas en Espacio Teatro (Mercedes 865), con la dirección de Ximena Echevarría -quien también interpreta a Frida- y Norina Torres Paz.

La obra comienza de una forma distinta. Mientras el público se acomoda en la sala se puede ver en el escenario a Frida parada sobre una mesa, esperando. Cuando la música y las luces cambian, dan comienzo a una muy buena actuación de Ximena Echevarría, quien nos lleva por diferentes épocas de la vida de la artista con una naturalidad, emoción y alegría, que por momentos parece ser la misma Frida Kahlo que le habla al público.

Mientras Frida prepara su fiesta a los muertos en su día, la obra pasa por diferentes lugares y emociones, desde la mención casi constante a su amor, Diego Rivera, pero también a Trostky y Rockefeller. También permite conocer su opinión de México, del arte y de qué significa pintar en su vida.

Durante toda la obra se ve reflejado el espíritu luchador de la artista, quien pese a todo lo que pasó, como tener polio cuando era niña y ser atropellada por un tren, que le causó varias lesiones en su cuerpo que la marcaron de por vida, ella vive y lucha por disfrutar de la vida. Aunque es consciente de que, como ella misma dice, “la flaca huesuda me anda rondando desde el accidente”.

En 2004 se estrenó la obra en Uruguay, con la actriz boliviana Paula López interpretando a Frida, y con la dirección de Daniel Torres y Agustín Camacho Separovich. Luego fue Adriana Do Reis quien interpretó a Frida, papel por el que fue nominada a los premios Florencio 2005. En 2007 el montaje ganó los Fondos Concursables para llevar la obra a diez ciudades del interior. En 2009 volvió a ganar dichos fondos, que le permitieron hacer una gira por Uruguay. En ese año también participó en el 16º Festival Internacional de Teatro de Porto Alegre "Em Cena”, y en 2010 estuvo en Recife.

Más información: Frida Kahlo: Viva la Vida

Bingo // Sobre la puesta en escena y la teatralidad

La obra se plantea sobre la premisa de que cada personaje esta cuerdo, y los otros son los locos, el realismo de la actuación es distorsionado por la visión de los otros, y no la de uno mismo, se apuesta a una puesta en escena libre, basada en la actuación por encima de cualquier parafernalia, el actor como protagonista de la puesta en escena.

La dualidad de conceptos estéticos, o la apertura de interpretación que se busca en el público, va directamente a que el espectador sea el lente que deforma la imagen, que desde su perspectiva se escriba la historia, y porque no: se cierre o se abra el final.

Bingo es una obra de género absurdo, de incomunicación, de juego de palabras, de historias superpuestas, y personajes que son lo que aparentan, pero no lo aparentan lo que son.


La intimidad de Frida Kahlo en un unipersonal de Ximena Echeverría (EL PAIS)

Todos los jueves se presenta en Espacio Teatro "Viva la vida"

En Espacio Teatro (Mercedes 865) los jueves de agosto y septiembre a las 21 horas se está presentando "Viva la vida", una biografía escénica escrita por Humberto Robles, dirigida por Ximena Echevarría y Norina Torres Paz. Entradas, $ 250.


Carlos Reyes

La obra transcurre en un día de la vida de Frida Kahlo: comienza con los preparativos de la fiesta que piensa dar en honor al día de los muertos, y va llevando al espectador por diferentes momentos de su biografía. Por esa vía, transitan desde episodios de su infancia hasta su vida como esposa, amante y pintora. "Pero sobre todo vemos a la Frida luchadora, a la mujer que a pesar de sus impedimentos físicos supo traspasar cada uno de ellos para entregarnos lo maravilloso de su pintura y de su ser", explican los artistas involucrados en la puesta.

Interpretada por Ximena Echevarría (con vestuario y escenografía de María del Carmen de Vera, e iluminación de Alfonsina Fernández), el espectáculo busca mostrar el lado más íntimo de la pintora.

"Es un monólogo escrito en 1998 por Robles y que ha sido montado en 16 países. Esta nueva puesta se estrenó el 1° de agosto, con la actuación de Ximena Echevarría en el rol de Frida Kahlo. Trabajamos sobre la limitación del espacio, hay muy pocos elementos en escena: una mesa que haces las veces de cama, mesa, silla. Se trabajó el objeto para que sea parte del cuerpo de la actriz y así lo percibe el público", comentó a El País Torres Paz.

"En lugar de trabajar sobre la imagen popular de Frida, la Frida sometida ante sus dolores físicos, trabajamos sobre el movimiento interior, la fuerza que tenía esta mujer increíble para vivir su vida repleta de altibajos no solo físicos sino también emocionales, pero que rescataba ante todo el humor y las ganas que tenía de vivir la vida".

"La iluminación es otra parte fundamental de este trabajo. En un unipersonal como es este caso, son los elementos el otro artista en escena, que acompañan e interactúan con Frida para contar su historia".

"Este fue un proyecto que nació en el corazón de Ximena Echevarría, que se aproximó por primera vez a este texto, lo compartió con todo el equipo y enseguida nos enamoramos de él. Más allá de que todas teníamos claro quién era Frida Kahlo como artista, este texto nos permitió conocer a la mujer, identificarnos con esos vaivenes emocionales", asegura.

"Frida no debería ser conocida por su dolor, sino por su inmensa voluntad y sus ganas de vivir. Por su eterna sonrisa, por su luz y por ese camino nos guió y hoy se presenta ante el público para mostrar su lado más humano, dejando de lado todo personaje del imaginario".

Al respecto, la directora rescata también la mirada cómica sobre el asunto. "Por sobre todas las cosas, Robles logró transmitir el humor con el que Frida enfrentaba cada evento de su vida".

www.elpais.com.uy/divertite/teatro/intimidad-frida-kahlo-unipersonal-ximena.html